Fundirse con Shiva

En este audiovisual hay un encuentro mágico entre Shiva y Devi. Shiva, más que un hombre enamorado de sí mismo y de la vida, es un arquetipo divino de la abundancia, el amor y la compasión. Devi, más su consorte, es el arquetipo divino de la receptividad, de quien busca un encuentro trascendente más allá de lo físico y erótico. Ambos representan el encuentro que tantos humanos quieren tener con otros para poder dar y recibir el amor desde la libertad de su ser. Resulta apasionante revisar en el pasado como han hecho los grandes maestros del amor para transmitirlo a otros, aun a sabiendas de que el lenguaje es limitado para expresar su inmensidad, estos místicos se han planteado el desafío de aproximarse a la posibilidad de que lo finito se vea enriquecido por lo infinito, y que lo pequeño pueda transferir a otros la grandeza de lo divino. Para ello han utilizado una manera tan delicada, profunda y amorosa en el diálogo, en el vínculo y en el encuentro, que, aun incluyendo la experiencia sexual, han podido elevarse más allá del deseo. El Tantra, como filosofía de vida y camino místico, ha dejado la huella que marca el camino de por dónde ir hacia esa realización del amor.